Sobre los mandiles y su uso en el ámbito doméstico y en la industria química

Son varias las prendas que nos auxilian en nuestras labores cotidianas, ya sea en el hogar o en las jornadas de trabajo. Entre todas esas prendas destaca el mandil debido a su singular forma con la que ya nos hemos familiarizado los mexicanos y a las diversas utilidades y ventajas que proporciona su uso. Para quienes no sepan bien lo que es, consiste en una prenda externa protectora cuyo fin es proteger la parte frontal del cuerpo de diversos elementos y sustancias.

Su empleo es tan flexible que puede emplearse ya sea por motivos de higiene o simplemente para proteger la piel de sustancias dañinas y la ropa contra el deterioro. También se le conoce con el nombre de delantal y comúnmente forma parte del conjunto uniformado de diversas profesiones, por ejemplo, la enfermería, los trabajos asociados con comida como el de chef o camarero, las relacionadas con las industrias químicas, las carnicerías, el comercio de vegetales y frutas, etcétera. Asimismo, se utilizan en una gran cantidad de establecimientos comerciales, y  dentro del hogar para realizar las labores culinarias y de limpieza.

Además de la tela, el mandil puede confeccionarse a partir de materiales muy variados. Por ejemplo, los delantales que se fabrican con goma son diseñados en especial para el personal que opera con sustancias químicas peligrosas, mientras que los de plomo se usan por profesionistas que tienen contacto con materia radioactiva. Otro ejemplo son los elaborados con materias impermeables como el PVC para evitar los efectos perjudiciales de la humedad en el cuerpo, los cuales son idóneos para actividades de limpieza. También puede tener diseños muy diversos, como el que emplean los comerciantes o carpinteros con varios bolsillos para guardar el dinero o sostener sus herramientas.

Dentro del hogar.

Hablemos ahora de los mandiles dentro del ámbito doméstico. De manera convencional, los delantales han sido vistos como prendas especiales para cualquier persona dedicada a realizar labores de limpieza en el hogar. Su uso se ha dado por décadas e incluso siglos, tal y como puede verse en la masonería, aunque con respecto a los quehaceres, se dio un decaimiento en su empleo debido al abaratamiento de los electrodomésticos. Sin embargo, el delantal sigue siendo una de esas prendas que no pueden faltar en el hogar, sobretodo dentro de la cocina en donde se llevan a cabo labores que pueden ensuciar la piel y la ropa, como preparar los alimentos, lavar los platos, etcétera.

En nuestros días, el mandil es usado en la casa para cubrir el cuerpo de los líquidos, la suciedad, o cualquier otra sustancia que pueda atentar la salud del trabajador doméstico. Igualmente, en la actualidad, esta prenda goza de una especie de renacimiento que vale la pena destacar, en el sentido de que tanto los hombres como las mujeres lo utilizan cada vez más para limpiar el hogar y los objetos que éste contiene.

Un dato que corrobora tal afirmación se halla en un artículo del diario Wall Street, del año 2005, en el que se mencionó que los mandiles están resurgiendo como un accesorio retro en USA. Aunque su presencia en las viviendas aún no es tan frecuente como en la década de los 60s, cierto es que su utilización es cada vez mayor en todo el mundo, incluido nuestro país. Por último, cabe mencionar que en el pasado, se consideraban una prenda para mujeres, mas con los últimos aconteceres, es vista actualmente como una prenda para cualquiera que requiera de una buena protección en la parte frontal de su cuerpo.

Dentro de la industria química.

Al igual que en los talleres, las cocinas o los quirófanos, en los laboratorios químicos se usa una pieza de ropa que además de fungir como un signo de identificación profesionista, es de utilidad para proteger el cuerpo de diversos accidentes con sustancias, a saber los delantales. Los mandiles para las industrias y organizaciones que operan con material químico son indispensables, ya que existen algunas sustancias peligrosas que pueden salpicarse o derramarse, y con ello perjudicar a salud de los trabajadores.

Existen varios tipos de delantales para laboratorio, cada uno recomendado en función de la labor a realizar. Por ejemplo, el algodón es ideal para proteger ante esquinas rugosas o agudas, asimismo, para evitar las quemaduras gracias a que actúa como un retardante del fuego. La lana por su parte, es útil para resguardar el cuerpo ante materiales triturados y salpicaduras, y para resistir ante cantidades mínimas de ácido. Otro material usado con frecuencia son las fibras sintéticas, perfectas para proteger ante las radiaciones UV y los chispazos.

Sin embargo, algunos materiales sintéticos pueden reaccionar ante diversos químicos por lo que se recomienda que se conozca con amplitud el agente químico con el que se trabaja para determinar el mejor material de confección. De entre todos los tipos señalados, se recomienda dentro de los laboratorios químicos utilizar los de algodón debido a que no generan chispazos por fricción ni actúan en contacto con las llamas u otras sustancias.

Ojalá que la presente entrada de nuestro blog haya sido útil e informativa para los lectores. Por el momento debemos dar por concluida esta publicación, no sin antes invitarles a que contacten a nuestra firma, ESC Representaciones, si necesitan mandiles de calidad, con materiales resistentes y diversos como el uretano, el vynil y el polietileno. Contáctennos, estamos para servirles. ¡Gracias por su visita!

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